CAMARGO.- En entrevista con Manuel Rosales, historiador de Camargo, con motivo de un aniversario más de la Revolución Mexicana, recordó los sitios históricos del municipio que vivieron enfrentamientos en época de guerra revolucionaria.
“11 de febrero de 1911, tal vez el primer combate en una población de importancia, anteriormente hubo en San Andrés, Santa Isabel y en otras partes pequeños combates, aquí ocurrió un ataque del General Francisco Villa”, relató Rosales.
“Todo empezó el día 10 de febrero cuando Villa asaltó la pagaduría de Naica, se envió un telegrama a Camargo, donde el regimiento estaba a cargo del Generado Fernando Trussi Albert quien salió rumbo a Naica por La Cruz, pero Villa llegó por atrás de la Sierra y lo agarró sin defensa”, continuó.
“Don Ceverino Calderón, dueño de una casa vieja en reconstrucción en la Independencia y Mina, porfirista de huesos colorados, juntó a policías y empleados de la Presidencia para defender a Camargo”, explicó el historiador.

“Ese fue el primer combate que hubo en el centro de la ciudad, se registraron bajas, en aquel entonces Camargo no llegaba más que hasta la González Ortega por el sur y por el poniente hasta la Centenario”, compartió.
De la misma manera, Rosales mencionó que otros enfrentamientos se dieron en las afueras de Camargo por el Río Conchos, Río Florido y otros más a orillas de la ciudad, siendo de mayor importancia el ocurrido el 11 de febrero de 1911.
Acerca de la preservación de lugares históricos, aseguró que es importante su conservación, “hay una ley sobre esto del INAH, la que recuerdo es de 1972, decía que cualquier plaza, jardín o casa donde haya ocurrido un hecho histórico o tenga 100 años, automáticamente pasa a ser un monumento histórico”, dijo Rosales.
“El INAH determina a los sitios que obtiene esta categoría, pero al no tener presupuesto para ir a todos lados, casas o lugares muy importantes terminan destruyéndose, como la casa de Juárez, dándose el caso porque nadie le puso atención”, señaló.
“El municipio no tiene autoridad para parar ninguna demolición cuando se trata de aspecto histórico”, finalizó el historiador Rosales.