CAMARGO.- Desde la perspectiva de Brenda Vázquez, propietaria de Lencería Ladies Secret, las ventas de fin de año han tenido un respiro en comparación con el resto del año, el cual dejó algunos estragos económicos para el giro.
La comerciante camarguense dijo a este medio de comunicación que la situación este año fue dura, pero que la venta de fin de año ha sido fructífera.
“Nos fue bien ahora en Navidad, se vendió muy bien la ropa interior roja y amarilla y como buenos mexicanos estamos esperando al último momento. Cuando más se nos vende es el último día, donde vendemos más el amarillo y el rojo para el dinero y el amor”, dijo Vázquez.
Comentó que tanto mujeres como hombres acuden a este y otros centros de venta de lencería, tanto para las esposas o parejas, así como dentro de intercambios y demás eventos.
“Sí fue un año difícil, superamos mejor este año que las ventas del anterior, pero sí fue un año difícil. Las ventas bajaron muchísimo y sabemos que cuando el campo está mal, pues es una cadena y también nos va mal a nosotros. Además de que también hay muchas ventas en línea, eso nos ha afectado mucho y nos vemos ahora muy limitados”, refirió la comerciante.
Señaló que en el caso de los comercios en línea, la mayoría de las personas acude a ellas porque es más barato, pero que al final de cuentas sus clientes de años se dan cuenta que la calidad es mucho mejor y que poco a poco han terminado por volver.
“Siempre he tenido ese tipo de clientes y clientas porque mi ropa es más sexy. No había platicado eso, pero en la pandemia se disparó la venta de los baby doll. En la pandemia se disparó mucho la venta de estos productos. Antes la gente sí se limitaba mucho, pero ahora suelen venir los hombres a pedirnos ropa para sus parejas o vienen ellas por sus productos”, reflexionó la comerciante sobre el tabú que pudiera existir sobre este tipo de prendas, el cual dijo, se ha ido perdiendo.









